La Unión Europea anunció que enviará 700.000 euros en alimentos, mantas y ayudas a los inmigrantes en la frontera con Bielorrusia, tras las críticas por lo poco que ha hecho para ayudar a miles de personas atrapadas en los bosques congelados por una disputa entre el este y el oeste.
En una señal de la urgencia por resolver una crisis fronteriza artificial creada por Minsk, la canciller alemana Angela Merkel habló por teléfono el miércoles con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, por segunda vez en tres días.
Un día después de que los guardias fronterizos polacos usaron cañones de agua contra inmigrantes que lanzaban piedras, la situación en la frontera parecía haberse calmado. Tanto los guardias fronterizos polacos como los bielorrusos afirmaron que unos 2.000 migrantes se encontraban junto a la valla fronteriza.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la ayuda, al tiempo que dijo que depende de Lukashenko detener una crisis que Europa cree que ha creado deliberadamente.
“Estamos dispuestos a hacer más. Pero el régimen bielorruso debe dejar de atraer a la gente y poner su vida en peligro”, dijo.
La UE dice que Minsk ha hecho llegar a miles de inmigrantes desde Oriente Medio para empujarlos a cruzar ilegalmente al bloque, con el fin de presionar a Europa en represalia por las sanciones impuestas a Bielorrusia por violar los derechos humanos.
Bielorrusia niega haber fomentado la crisis, pero dice que no puede ayudar a ponerle fin a menos que Europa levante las sanciones que impuso desde que Lukashenko reprimió a los opositores tras unas disputadas elecciones el año pasado. El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, dijo que la crisis en la frontera podría durar meses: “Tenemos que estar preparados para que la situación no se resuelva rápidamente”, dijo.
Varios miles de personas han acampado en los bosques a medida que se acerca el invierno, sufriendo heladas y agotamiento, y se les ha impedido entrar en Polonia o regresar a Bielorrusia.
Al menos ocho personas han muerto en la frontera polaca desde que comenzó la crisis en el verano boreal. Las vecinas Lituania y Letonia también han experimentado un fuerte aumento de los intentos de cruce irregular desde Bielorrusia. (Reuters)